viernes, 26 de noviembre de 2010

La contaminación

1. La contaminación atmosférica


La contaminación atmosférica es la alteración de la composición natural de los gases que componen el aire. Esta alteración puede ser de origen natural o provocada por la acción del ser humano. El humo procedente de las industrias y las centrales productoras de energía o de la combustión producida en los coches o los aviones son la principal causa de contaminación, ya que, entre otras cosas, contiene dióxido de carbono (CO2).


Cuando ves la televisión, te das una ducha, preparas espaguetis, te compras una camiseta o vas al colegio en bus, estás realizando actividades que necesitan energía o consumes productos que se fabrican utilizando energía. Si piensas en todo lo que haces en un día, puedes hacerte una idea de la cantidad de energía que consumes.


La atmósfera no es un sujeto pasivo de la contaminación, todos los fenómenos meteorológicos pueden jugar un papel importante en la evolución de los contaminantes en la atmósfera y, por lo tanto, algunos aspectos relacionados con estos fenómenos deben tenerse en cuenta.

2. Aspectos meteorológicos


El viento, la humedad, la inversión y las precipitaciones tienen un papel importante en el aumento o disminución de la contaminación.


El viento generalmente favorece la difusión de los contaminantes ya que desplaza las masas e aire en función de la presión y la temperatura. El efecto que puede causar el viento depende de los accidentes del terreno o incluso de la configuración de los edificios en las zonas urbanizadas.


Al contrario del viento, la humedad juega un papel negativo en la evolución de los contaminantes ya que favorece la acumulación de humos y polvo. Por otra parte, el vapor de agua puede reaccionar con ciertos aniones aumentando la agresividad de los mismos, por ejemplo el trióxido de azufre en presencia de vapor de agua se transforma en ácido sulfúrico, lo mismo ocurre con los cloruros y los fluoruros para dar ácido clorhídrico y fluorhídrico respectivamente.


3. El ciclo de la contaminación atmosférica

La contaminación atmosférica empieza por la emisión de partículas contaminantes en forma de gas, vapor o aerosol. Una vez en la atmósfera, los contaminantes permanecen durante un tiempo. Este periodo de tiempo será mayor o menor en función de su reactividad química, el lavado de la atmósfera que realice la lluvia o la capacidad del viento y otros fenómenos meteorológicos para dispersarlos.


4. El efecto invernadero

Seguro que has oído hablar del efecto invernadero, pero ¿sabes qué es? Piensa qué ocurre en un invernadero: los rayos de sol penetran y calientan el interior; cuando el sol se va, el calor permanece porque el cristal no deja que se escape y la temperatura es más alta que en el exterior. En la Tierra ocurre algo parecido. Al quemar carbón, gasolina, gas natural o al incendiarse un bosque, se desprende dióxido de carbono (CO2), que se concentra en la atmósfera junto con otros gases, como los clorofluorcarbonados (CFC), el metano (CH4), los óxidos de nitrógeno (N2O) y el ozono. Todos ellos crean una barrera que deja pasar los rayos de sol que calientan la tierra, pero no dejan escapar la radiación de la Tierra en forma de calor.
Como consecuencia, la Tierra se convierte en un gigantesco invernadero que se va recalentando y... ¿Qué puede pasar? Que aumente la temperatura de la Tierra, se derrita el hielo de los polos, suba el nivel del mar… Las consecuencias son imprevisibles. 


5. La lluvia ácida

Los humos que salen de los tubos de escape de los coches, del autocar del colegio, de un avión, de la chimenea de algunas fábricas o de las centrales térmicas emiten gases nocivos. Estos gases suben a la atmósfera y, al entrar en contacto con el vapor de agua, reaccionan creando sustancias ácidas. Al llover, el agua se mezcla con estas sustancias y las devuelve a la Tierra en forma de lluvia ácida, que no siempre cae en el mismo lugar donde se inició la contaminación. La lluvia ácida es perjudicial para la salud de los seres vivos, contamina las tierras de cultivo y perjudica a los bosques. También daña y corroe los materiales de construcción, como la piedra, el mármol, los metales, los tejidos...


6. El agujero de la capa de ozono

En la atmósfera existen dos tipos de ozono. El Malo: es el ozono que se forma debido a la contaminación en la primera capa de la atmósfera. Es muy contaminante, y respirarlo es nocivo para todos los seres vivos. Además, participa en el efecto invernadero. El Bueno: se encuentra en las capas más exteriores de la atmósfera, a unos 25 km de la superficie terrestre. Este ozono es vital para nuestra supervivencia. Forma un escudo que ayuda a filtrar el 90% de los rayos ultravioletas que llegan desde el sol y que por su fuerza pueden causar daño a las plantas, los animales y las personas.

En los últimos años, ha aparecido un agujero en la capa de ozono. El agujero es tan extenso como los Estados Unidos de América y tan profundo como el monte Everest. Crece casi todos los años desde 1979. Si el agujero se hace mayor, llega a nosotros más radiación ultravioleta, que podría causar un incremento del cáncer de piel.

Los mayores culpables son los clorofluorocarbonos (CFC), una familia de productos químicos que contienen cloro, flúor y carbono. Cuando los CFC se descomponen en la estratosfera, liberan cloro. Cada átomo de cloro ataca al ozono, le roba un átomo de oxígeno de los tres que tiene y lo convierte en oxígeno normal y corriente. ¡Cada átomo de cloro puede hacer esta operación 100.000 veces! Los CFC se utilizan para conservar el frío en refrigeradores, congeladores, sistemas de aire acondicionado y aerosoles. También en jabones y espumas
sintéticas y pesticidas, aunque poco a poco se van sustituyendo por otras sustancias.


No hay comentarios:

Publicar un comentario